Es una prueba diagnóstica no invasiva que consiste en obtener fotos de la retina o fondo de ojo y permite detectar si existe alguna patología como retinopatía diabética, degeneración macular relacionada a la edad, glaucoma, entre otras.
La duración del examen es de 20 minutos y generalmente no requiere dilatación pupilar. De todas maneras, se recomienda venir acompañado si es que en algún caso específico se requiere dilatar pupilas para mejorar la calidad de la imagen.